Que las interferencias tiendan a cero

Por Javier Ondarra
Coaching, Liderazgo

Nuestro sistema operativo interno es como un iceberg. Por un lado están los actos, lo que se ve de la persona, que es la punta del iceberg que sobresale del agua. Por otro lado están la esencia y los valores de la persona, que están en la base más profunda del iceberg, que es “la roca del SER”. Y en medio están las interferencias, lo que evita que la esencia y los valores se vean.

Uno de los objetivos fundamentales del Coaching Co-Activo es acompañar a las personas para que las interferencias tiendan a cero.

Las interferencias son de 3 tipos: emociones tóxicas, creencias limitantes y pensamientos negativos (o también llamados “los polizones”), de los que ya os hablé.

Las emociones son parte del funcionamiento normal del ser humano. No es un síntoma de enfermedad, sino todo lo contrario. Una persona plena tiene acceso a sus emociones. Lo que realmente perturba a las personas es esconder, negar o sumergir las emociones. Nuestros sentimientos nos brindan una vía para expresarnos a nosotros mismos. El proceso puede ser muy liberador, pero si no permitimos a nuestros cuerpos que se descarguen y descubran aquello que están guardándose, no creceremos, no iniciaremos el camino de nuestro liderazgo interno transformacional. No se trata de entender las emociones, ni de juzgarlas, ni de buscar razones. La causa en sí no es relevante. Lo importante respecto a una emoción, es aceptarla, expresarla e integrarla.

Las creencias, a diferencia de las ideas, son pensamientos inconscientes que, desde el fondo de nuestra mente, gobiernan todos nuestros actos. Las creencias son el resultado de muchos factores que, poco a poco, van creando un filtro desde el que interpretamos todas las situaciones que componen nuestra existencia. La educación y la religión, la familia y los amigos, nuestras experiencias pasadas, nuestro entorno, el ambiente en el que nos desenvolvemos van construyendo este filtro de interpretaciones que acaban constituyendo “mi verdad”. Desde nuestra perspectiva como coaches co-activos, los hechos son neutros. Es “tu” interpretación del hecho la que hace que el hecho sea negativo o positivo.

En Coaching Co-Activo, los coaches acompañamos a las personas con el objetivo de que sus interferencias disminuyan. La ecuación es la siguiente :

Rendimiento = Potencial – Interferencias

(Lo que se ve) = (Esencia y valores) – (Emociones tóxicas, Creencias Limitantes y Pensamientos negativos)

 

El objetivo del trabajo conjunto de los coaches co-activos y los coachees es que las interferencias tiendan a CERO. Así se facilita, que las personas vivan conectadas a su esencia y a sus valores, y se acerquen al máximo a la plenitud de sus vidas.